Hola, soy Mile

Comentario sobre la serie “Micro-cosmos” de Leandro Jose Cariddi 

Con pequeños módulos que consisten de cápsulas, probetas y tubos de ensayo, una vez instalados nos invitan a la experiencia de adentrarnos en un instante a un laboratorio frenético, colorido y apasionante. Los ensayos de la creación.

Un paso de ciencia en el arte y un paso de espiritualidad.

Entre pigmentos de organismos que una vez tuvieron vida y aquellos que comienzan a tenerla invadiendo su contenedor. Podemos abrazar la exploración de lo mínimo, lo diminuto, a veces vivo, a veces sintético. 

Al observar detenidamente las cápsulas con curiosidad y asombro, fingimos unos segundos que eso que tenemos frente a nuestros ojos, se transforma en diversas realidades o representaciones ¿Es una colmena de bacterias? ¿Es el avistamiento de un planeta lejano? ¿Son solo pigmentos? ¿Está hecho de biomaterial? o ¿Es todo y a la vez ninguno de ellos? 

En algunas cápsulas nos encontramos con la manifestación de vida entre colmenas de baterías y micelios cuidadosamente cultivados. Como contraparte a lo que se nutre y se esparce, en otras podemos evidenciar una colisión de universos pigmentados que nos transportan a mirar hacia arriba a eso que es inabarcable.

“Como es arriba es abajo y como es adentro es afuera”

Rozar los límites y romperlos. Expandir la pintura a lo vivo, al choque, quebrar el marco y hacerlo una experiencia inmersiva, aquí formamos parte del lienzo con el cuerpo, con el recorrido y con nuestra imaginación. 

No sabemos hasta dónde podemos llegar cuando nos creemos dios, ese que crea y destruye planetas a sus anchas hoy lo encontramos simbólicamente, quizás un poco porque es una creación nuestra, quizás un poco porque él nos creó a nosotros, solo podemos decir que a los fines prácticos y científicos, es desconocido, las pistas de su existencia no son contundentes, no sabemos realmente cómo llegar a él,  pero sí podemos simular solo un momento que tenemos en nosotros su inmenso poder.